Problemas en los discos
El disco es una pequeña almohadilla de cartílago que se encuentra entre los huesos de la columna. El centro suave y gelatinoso se encuentra rodeado por capas de tejidos fibrosos. Cada disco sirve como un conector, espaciador, y amortiguador de impactos en la columna vertebral. Cuando se encuentran en buen estado, los discos permiten una flexión y giro normal.
Dado que los discos vertebrales tienen un bajo suministro de sangre, dependen de la circulación de los fluidos de las articulaciones para llevar los nutrientes y expulsar los residuos. Si una articulación vertebral pierde su movimiento normal y esta acción de bombeo se deteriora, la salud del disco se deteriora. Como una esponja húmeda, un disco saludable es flexible. Una esponja seca es dura, rígida, y puede quebrarse fácilmente. Así es como empiezan muchos problemas de los discos.
Debido a la forma en que cada disco se inserta en la vértebra por encima y debajo de ella, el disco no puede deslizarse como comúnmente se piensa. Sin embargo, los traumatismos o lesiones a la columna vertebral pueden causar abultamientos en los discos, hernias o, peor aún, su ruptura. Esto puede ser muy doloroso, ejerciendo presión sobre la médula espinal y raíces nerviosas, interfiriendo con su función.
Si bien los resultados no se pueden garantizar, muchos pacientes han evitado cirugías innecesarias o una dependencia de pastillas para el dolor, al optar por el cuidado quiropráctico conservador.
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